A pesar de su tamaño, las abejas son criaturas que juegan un papel muy importante en los ecosistemas de nuestro planeta. Uno de sus grandes trabajos, la polinización, es la clave para la seguridad alimentaria mundial porque permite una gran cantidad de cultivos humanos, del tipo que alimenta a millones de personas. Además, su presencia también refleja el estado de su entorno. Desafortunadamente, la cantidad de abejas y otros insectos polinizadores (como los abejorros) ha disminuido significativamente en los últimos años y es necesario actuar con urgencia. De hecho, hay ciertas acciones que cualquier persona puede realizar para promover (y celebrar) su preciosa vida.
Además de proporcionarnos miel altamente nutritiva, las abejas son las encargadas de polinizar las tres cuartas partes de los cultivos que producen el 90% de lo que comemos; En otras palabras, un tercio de la producción mundial de alimentos depende de las abejas. En los últimos cincuenta años, la producción de cultivos que dependen de insectos polinizadores (verduras, frutas, semillas y nueces) se ha triplicado; En esta industria, las abejas juegan un papel central porque la polinización efectiva aumenta la producción agrícola, mejora la calidad de sus productos y hace que estos cultivos sean resistentes a otros males como las plagas.
Amenaza de pérdida de hábitat
El desarraigo de plantas autóctonas y otras plantas, la instalación de todas las mismas especies, se denomina homogeneización del paisaje, y tiene un grave impacto en la supervivencia de las abejas.
“En general, la supervivencia de las abejas depende de muchos tipos de flores.
Si tienes varias especies de flores, o peor que una sola, no vas a satisfacer las necesidades nutricionales de las abejas que allí habitan”, explica la entomóloga Patricia Henríquez-Piskulich. Pero también «podría ser que las plantas integradas en este sistema simplemente no sean compatibles y las abejas no puedan completar su ciclo de vida».
Respeta a las abejas.
No invadas su territorio, no destruyas su entorno de anidación y no destruyas sus fuentes de alimento. Algunas abejas anidan directamente en el suelo o cerca de plantas como la lavanda y el romero. Si ingresas a sus territorios, ten cuidado de no pisar sus nidos o dañar sus flores.
Puedes plantar romero u otras plantas que se encuentren en tu zona, por ejemplo: cebollino, cáñamo, tomillo, salvia, menta u orégano. De esta forma, mantendrás el equilibrio del ecosistema que te rodea y les proporcionarás una importante fuente de alimento. Intenta plantar otras flores también y haz que duren todo el año.