Investigaciones recientes han proporcionado nueva información sobre el pulso vibratorio emitido por las abejas melíferas. ¡Los científicos concluyeron que «gritan» cuando se sorprenden!
Encontrar el camino a casa
En un artículo de 2014 publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, Menzel y sus colegas argumentan que las abejas, como los mamíferos, pueden , encontrar su camino. casa comparando las señales en su entorno con los puntos de referencia en el mapa mental del área de la colmena que habían recordado previamente durante los vuelos de investigación. Para llevar a cabo el experimento, utilizaron abejas que habían encontrado una fuente de néctar y se disponían a regresar a la colmena. En lugar de liberarlos, los atraparon en una caja oscura y los soltaron en otro lugar, a cientos de metros de distancia. Después de ser liberadas, las abejas realizaron vuelos exploratorios cortos y regresaron al sitio de liberación. Luego, como si se apuntaran a sí mismos en el área, volaron directamente a la colmena.
Algunos insectos sociales pueden hacer más que crear sorpresas. La ingeniería de los montículos de termitas con sus túneles diseñados para enfriar el aire es un ejemplo clásico de inteligencia colectiva que surge de reglas simples programadas automáticamente por individuos. Pero el tipo de inteligencia que muestra el experimento de Menzel muestra que también pueden ser inteligentes por sí mismos. Otro científico destacado en el campo de la inteligencia de los insectos, Lars Chittka, de la Universidad Queen Mary de Londres, ha diseñado un experimento que muestra cuán avanzada puede ser la capacidad de aprendizaje de las abejas.
Polillas y abejas
Un nuevo estudio también puede explicar otro comportamiento inusual de la esfinge del cráneo: ataca colmenas para robar miel.
«La miel es mucho más viscosa que el néctar, lo que puede hacer que la epigarganta actúe como una válvula», lo que ayuda a las polillas a extraer la comida pegajosa, continuó Brehm.
¿Cómo son las colmenas de abejas?
El silbido bzzz con cualquier número z al final es probablemente el sonido más cercano que conocemos a un zumbido de abeja en español. Esta onomatopeya suele usarse cuando nos recuerda la presencia de abejas en un texto, ya sea en español, inglés o francés.
¿Qué animal hace más ruido?